La cera es una sustancia natural, grasa y transparente que segregan las abejas a través de sus glándulas cereras. Después de la segregación la cera es líquida y blanca, pero se consolida muy rápidamente y se transforma en construcciones llamadas panales. La cera no tiene ningún sabor, pero tiene un olor agradable a la miel. Su color es amarillo claro y puede variar hasta los matices oscuros. Se convierte en líquido a la temperatura de 60 grados centígrados, volviendo al estado solido al enfriarse. Tiene propiedades emolientes, antiinflamatorias, y suavizantes y humectantes para la piel. La cera de abejas se ha utilizado desde la antigüedad por sus propiedades como pulimento, para hacer velas, y en aplicaciones cosméticas y farmacéuticas.